Respecto al jinete, el género no es obstáculo en la mayoría de las disciplinas reconocidas oficialmente, salvo el rodeo, la charreada o el jaripeo, donde se separan mujeres y hombres. En estos casos las pruebas son distintas, o en el caso de la carrera, e igual que en el polo, donde domina el género masculino, no se excluye la participación de la mujer. Su presencia o no es un asunto cultural, pero en unos países es más aceptada que en otros. La habilidad de la mujer no es el problema, la fuerza bruta física a veces sí lo es. Por lo general, la mujer tiende a montar y manejar el caballo con técnica e inteligencia para lograr sus metas. No cuenta siempre con la complexión física para dominar por la fuerza un caballo que puede pesar unos 600 kilos, como puede ser el caballo europeo deportivo para adiestramiento o salto. El hombre tiende a tener una monta más fuerte y por eso en algunas disciplinas sobresale, como en la jineteada en el rodeo o la charreada. Para una mujer no es tan atractiva la caída brusca que normalmente es el fin del episodio. Además, culturalmente no es aceptado que la mujer tome los mismos riesgos que el hombre, como en el rodeo y la charreada. En el caso de los caballos deportivos, depende de la disciplina y la preferencia del jinete o propietario, si es garañón, caballo castrado o yegua. El caballo castrado es preferido por tener un temperamento más parejo y confiable que las yeguas o garañones en situaciones de competencias. El castrado no desvía tanto su atención hacia otros caballos como el garañón, o tampoco presentar cambios en el comportamiento por el alboroto que puede causar el ciclo hormonal, como en el caso de las yeguas. En el salto de obstáculos, adiestramiento, prueba de tres días, por ejemplo, no hay ninguna diferencia de género; es la capacidad deportiva lo que cuenta. En ciertas disciplinas, como las carreras, se hacen a veces divisiones por edad y sexo entre los caballos por las exigencias del deporte y la madurez del caballo. En la doma española y en general en el caballo español de adiestramiento, se prefiere al caballo entero, o garañón. En este caso es más por razones estéticas y gusto que por la habilidad del caballo. Muchas personas sienten que el garañón luce más por su aspecto físico más desarrollado y que tiene más presencia de poder y acción. En el caso de los caballos de Pura Raza Español (PRE), las yeguas son dedicadas a la cría, y participan solamente en las competencias donde juzgan las cualidades específicas de la raza. En estas pruebas, las yeguas son manejadas a mano por personas capacitadas para esta tarea.
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